Ciclamen

USA EL CICLAMEN PARA ALGO MÁS QUE DAR COLOR

El Ciclamen no es sólo una planta de bonitas flores de variados colores; es un eficaz humidificador si lo usas en los interiores.

En verano en el interior de las casas con aire acondicionado la humedad se reduce considerablemente. Esto significa que el aire es seco, lo cual provoca irritación pulmonar, dolor de cabeza y sensibilidad en los ojos y en la piel. La solución: el Cyclamen, un humidificador natural. Esta planta es muy utilizada para este fin porque cuando detecta que la humedad ambiental es muy baja, la planta comenzará a sudar y a liberar su humedad a través del estoma en sus hojas. Y eso consigue que la humedad en casa aumente, ayudando a aliviar la sequedad de los ojos y la piel, y la irritación de las mucosas y los pulmones.

Aunque es originario de Asia Menor, también crece en los bosques y regiones montañosas del Mediterráneo, en suelos secos y a la sombra. Por eso en casa prefiere estar alejado de la luz solar directa, aunque debe tener un poco de luz. Asegúrate de que su tierra se mantenga siempre húmeda, especialmente en verano. Una buena forma de conseguirlo es ponerle un platillo debajo donde siempre haya un poco de agua. Cuídalo bien durante el verano, y podrás aprovecharlo en otoño, cuando el ciclamen se convierte en el protagonista de los balcones por ser una de las plantas que más color puede darte en el exterior en esas fechas.

Plantas

¿CÓMO DECIDES DÓNDE COLOCAR TUS PLANTAS?

Hay personas que se enamoran de una planta, la compran y luego no saben dónde ponerla, y hay otras que lo tienen clarísimo desde el principio.

A todos nos gusta tener plantas en casa. Ya sea dentro de casa o fuera, en el balcón, en la terraza o en el jardín. Aunque sea inconscientemente, sabemos que las plantas mejoran nuestro estado de ánimo, y esto es, entre otras cosas, porque purifican el aire que respiramos. ¡Y porque nos alegran la vista, por supuesto! Pero para disfrutar de ellas en plenas condiciones, debemos darles algo a cambio: nuestros mejores cuidados. Y esta vez no hablamos de abonos, riegos o épocas de poda. Todo eso es muy importante, pero para empezar con buen pie hay que elegir para ellas la mejor ubicación posible teniendo en cuenta sus necesidades y preferencias. Aquí te damos algunos consejos de cómo elegir el mejor lugar para la adaptación y el futuro desarrollo de tus plantas sean óptimos.

Dentro de casa debes tener en cuenta la luminosidad, separando entre las zonas con sol directo, las luminosas, las zonas menos luminosas y las oscuras. En las zonas poco luminosas puedes poner hiedra o cintas, por ejemplo.

Piensa también en el espacio que van a necesitar, puesto que el tamaño de la planta cuando llega a casa es uno, pero luego crecerá, necesitará más espacio y no le conviene que la vayas cambiando de sitio.

De las corrientes de aire hemos hablado muchas veces. Son pocas las plantas que las toleran tan bien como la sansevieria y la aspidistra.

La temperatura es otro de los factores en los que debes fijarte para colocar tus plantas. ¡Cuidado con la proximidad a aires acondicionados y calefacciones!

Y, por supuesto, la humedad. Piensa que las plantas de interior en realidad no existen; muchas de las plantas que se venden como “de interior” son en realidad plantas de origen tropical, que no necesitan sol directo pero sí una alta humedad ambiental. Por eso es beneficioso para ellas que pulverices sus hojas regularmente para contrarrestar la sequedad ambiental.

Para las plantas de exterior deberemos tener en cuenta algunos de estos aspectos (espacio, corriente de aire…) y otros distintos, como la orientación. Ya sea en el balcón, en la terraza o en el jardín, es muy importante la orientación del espacio ya que esto influye en las horas de sol que reciben las plantas a lo largo del día. Es básico entender que no todas las plantas pueden soportar la misma cantidad de horas de sol directo. A las hortensias y las gardenias, por ejemplo, les gustan más las zonas de semisombra. Además, conocer la orientación ayuda a saber si una planta recibirá suficiente sol y calor también en invierno, salvándose de las posibles heladas.